Hace unos pocos años descubrí el placer de ir sitios sola. Viajar, ir a comer, visitar exposiciones. En otra época no se me habría ocurrido. En mi cabeza existían las actividades que se hacían con gente y las que se hacían sola, y no osaba traspasar esa barrera.
Sin embargo, un día descubrí que no tiene porque ser así. Es más, descubrí que disfruto a veces más yo sola. Porque no lo hago sola, lo hago conmigo, que no es lo mismo. Desde entonces tengo citas conmigo misma constantemente, y me lo paso muy bien.
La última ha sido en una escapada de 3 días a Madrid, hace un par de semanas. Nunca había visitado el Museo Thyssen (y he vivido 7 años en la ciudad), así que me planeé una cita perfecta conmigo misma. Primero un super desayuno en una cafetería de esas modernas con mucho aguacate y cafés con mucha espuma y luego a recorrer el Thyssen de punta a punta.
Descubrí muchos pintores que desconocía (eso es lo que más me gusta de los museos), pero uno de ellos me llamó la atención especialmente: Frantisêk Kupka. Los círculos concéntricos me obsesionan hace años, y últimamente me siento muy atraída por toda la estética industrial, así que en Kupka he encontrado el combo perfecto.
Me encuentro últimamente reformando, redistribuyendo y redecorando la casa, lo cual la convierte en un campo abonado perfecto para llenar con proyectos decorativos de ganchillo. Lo último que hemos adecuado es este rincón, un distribuidor entre dormitorios, con un par de clásicas cómodas MALM de Ikea y un cuadro abstracto de mi hermano, Alfredo Sommer, como guinda.
Este cuadro siempre estuvo colgado en mi casa, pero nunca fue de mis favoritos. Sin embargo al verlo ahí colgado, tanto la estancia como el cuadro cobraron otra dimensión y todas las piezas encajaron.
Más tarde empecé a añadir un par de detallitos de decoración y, dada mi nueva obsesión por Kupka no pude evitar pensar que toda esa estancia se estaba transformando en un cuadro del artista checo. Así que decidí darle un empujoncito con mis agujas.
Como buena amigurumer obsesa de los círculos concéntricos, el aumento proporcional es una de mis técnicas favoritas del ganchillo. Por ello te invito a que revisites este artículo del blog que escribí ya hace unos años y te empapes bien del proceso, porque nos vamos a poner manos a la obra muy pronto.
He empezado con rayas en blanco y negro porque es otra de mis obsesiones; habrás notado que están presentes en muchos de mis diseños, tanto de muñecos como de decoración.
Y, sin más, empezamos con las indicaciones para tejer tu propio Tapete Kupka.
Necesitarás:
- Hilo de algodón fino, tipo fingering en blanco sucio o gris perla, negro, salmón clarito. (Yo he usado Scheepjes cotton 8.)
- Aguja un punto o medio punto mayor a la indicada para tejer el hilo que hayas elegido. (Yo he usado 2,5mm.)
Instrucciones:
- Con hilo negro, tejer 12 pa en un anillo mágico.
- Tejer círculos concéntricos siguiendo la técnica del aumento proporcional, alternando el blanco y el negro en cada vuelta hasta conseguir el tamaño deseado.
- Terminar con dos vueltas en salmón.
- Cortar el hilo y rematar.
Como ves, no hay ningún misterio. Es lo más sencillo del mundo y a la vez lo más complejo y perfecto: un círculo. Y es que en eso radica la belleza tanto de este proyecto como de estos cuadros de Kupka: un aparentemente simple círculo que nos ofrecerá todo su potencial si sabemos exprimirlo bien.
Por eso mismo estoy preparando toda una serie de círculos inspirados en Kupka que podrás tejer tanto para usar como tapete como para colgar en la pared como decoración, o cualquier otro uso ingenioso que se te ocurra.
También he preparado una serie de ejercicios relacionados con estos tapetes y el universo de los círculos concéntricos que recibirás en mis próximas cartas de La Estraperlista. Suscríbete para estar al tanto y poder divertirte junto al resto de la Comunidad de la Amigurumer Moderna.