“Hola, soy Ali Ajo y, obviamente, voy a empezar motivándote: cada día es una oportunidad para empezar de nuevo. Eso lo decía un sobre de azúcar que guardo como un tesoro, y yo me lo creo a rajatabla.
Lo que más me gusta en el mundo es poner un disco de Aretha Franklin a todo volumen y sentir que me canta a mí sola. A veces cierro los ojos y me imagino en un escenario con luces brillando, con todo el público aplaudiendo. Y cuando no estoy con música, estoy hojeando mis revistas de cine viejas, soñando con historias que aún no se han rodado.
Voy a clase con mi prima Pepi y con mi amiga Sandy Sandía. Pepi dice que yo me lo tomo todo demasiado en serio, pero alguien tiene que hacerlo, ¿no? Sandy siempre se ríe de mis frases motivadoras, aunque yo sé que en el fondo le gustan. Lo importante es que cada día vamos juntas y, obviamente, juntas podemos con todo.
Mi día empieza siempre igual: dos saltitos, cordones bien atados, un sobre de azúcar leído en voz alta. Luego ya pueden venir deberes, planes, juegos o aventuras. Y sí, organizo más de la cuenta. Pero, si no lo hago yo, ¿quién lo haría?
Y si alguna vez me tiemblan las piernas o me pregunto en silencio si de verdad podré con todo… bueno, entonces leo otra frase y me la repito hasta creerla. Porque lo importante es no parar, obviamente.”
Ali es el motor de la Pandilla Gazpacho.
La diseñé pensando en esa mezcla tan adolescente entre fuerza y vulnerabilidad: la seguridad de quien siempre toma la iniciativa y el miedo secreto a no estar a la altura.
Con ella quería mostrar la energía de la entrenadora que todos quisiéramos tener al lado: motivadora, intensa, un poco mandona, pero imposible de ignorar. Los sobres de azúcar y su muletilla favorita no son casualidad: son recordatorios de que, para Ali, siempre hay una razón para seguir adelante.
Ali es también un ejercicio de diseño.
-
La esfera transformada → su cuerpo parte de una forma básica y se convierte en ajo gracias a la técnica de “marcado con hilo” que también se usa en calabazas de ganchillo. Una forma simple se vuelve única con un gesto técnico.
-
Los bordados como grafismo → las marcas sobre su cuerpo no son un adorno: son su identidad visual, como un logotipo bordado.
-
Contraste de texturas → superficies lisas, bordados, ropa y detalles → un juego visual que aporta riqueza.
-
Paleta cromática → morados, verdes y azules que transmiten energía y vitalidad sin caer en estridencias.
💡 Truco de la casa: partir de una esfera y transformarla abre un mundo de posibilidades. Un pequeño ajuste en la tensión del hilo puede cambiar por completo la personalidad de un personaje.
El capítulo de Ali en el libro trae consigo varias oportunidades de aprendizaje:
-
Practicar la técnica de esferas transformadas, ideal para dar volumen y crear personajes con formas orgánicas.
-
Descubrir cómo bordar sobre crochet para añadir expresividad y detalle.
-
Y como extra, un patrón complementario: un mantelito tapestry con flecos, perfecto para experimentar con cambio de color y acabados decorativos.
👉 Ali no es solo un personaje con carácter: es también un ejercicio de creatividad y diseño aplicado al ganchillo.
Empieza tu propia aventura con La Pandilla Gazpacho y deja que estos personajes te acompañen.