Uno de los mejores momentos de enseñar a alguien hacer ganchillo es el del Granny Square.
El sencillo y siempre agradecido:
GRANNY SQUARE!
Después de un par de clases en las que hemos practicado la cadeneta, el punto bajo y el punto alto, ya estamos preparadas para darle al Granny. La cara de satisfacción que se les queda cuando ven lo que han hecho tras sólo dos días de clase no tiene precio. Pero, ojo! Que conste que simplemente con el punto bajo y el alto ya han hecho trabajos preciosos, forrando botes de tomate y frascos de mermelada.
Forrar botes con ganchillo es un vicio, son prácticos, adornan cualquier rincón, son un regalo perfecto y además reciclamos. Nosotras ya no compramos la mermelada según el sabor que más nos gusta, si no la que tiene el frasco más bonito :)
Con lo que han aprendido esta semana espero que se hagan unos preciosos cojines, de esos que transforman una casa en un hogar; aunque otra idea es la de hacer paños y agarraderas para la cocina, como esta que hice el otro día para mostrarles de ejemplo a las chicas, y que consiste en 4 granny unidos con punto bajo. Hay algo más fácil?
Pues este es mi pequeño homenaje a uno de los grandes clásicos del ganchillo, que a todos los ganchilleros nos ha sacado de más de un apuro y al que tenemos tanto que agradecer!
Aprendiendo a tejer Granny Squares en Proyecto Colcha Amsterdam