Acabo de empezar un curso en la Universidad Popular. Es un curso de «Psicología aplicada a la literatura«, y estoy feliz y entusiasmada con la idea ya que me va a ayudar a dar una vida mejor a mis personajes y eso hará que te enamores irremediablemente de ellos. Tanto por fuera como por dentro.
Para empezar el curso, seleccioné cuidadosamente la libreta, que iba a usar y con qué iba a escribir en ella pero resulta que el estuche que tengo es una caja metálica. Es una caja preciosa con un dibujo de un tranvía de Lisboa, que me trajeron como souvenir llena de galletas (ya no quedan). ¿Cuál es el problema, si es tan bonita? Que si la llevo en el bolso, los lápices y bolígrafos repiquetean constantemente contra la caja y parezco un sonajero andante.
Tampoco quiero llevar los bolígrafos sueltos por el bolso, así que decidí poner solución al problema tejiéndome un estuche de ganchillo. Uno sencillito y rápido, que actúe simplemente como funda de dos bolígrafos, no necesito más.
Como el patrón de esta temporada es Jaap, he decidido inspirarme en él para el diseño. El bosque otoñal, donde vive Jaap, es un lugar de tonalidades armoniosas, con ocasionales contrastes. Los tonos verdes, anaranjados y tierra ayudan a configurar un ambiente acogedor y sosegado. Pero nuestra bellota favorita tiene un gran sentido de la libertad y la expresión personal, por lo que siempre sintió la necesidad de añadir un toque distintivo a sus conjuntos.
Elegante, sí. Pero libre, más.
Sin duda, una de las cosas que primero capta tu atención cuando ves a Jaap son sus calcetas a rayas. Estas calcetas son un símbolo de su personalidad desenfadada y su espíritu libre, además de ser un complemento imprescindible para cualquier roller dancer que se precie. Porque esa es una de las grandes pasiones de Jaap, bailar sobre sus patines de 4 ruedas. Con esta actividad consigue juntar lo que más le gusta, la música, bailar y hacer deporte.
No he conseguido aún ponerme a tejer calcetas, quizá algún día lo haga. Pero mientras tanto, te dejo con este pequeño estuche que actuará como un símbolo de expresión también para ti. Podrás llevarlo siempre encima para recordarte que basta con unas pocas rayas de colores para alegrar cualquier ambiente.
MATERIALES:
- Hilo de algodón de varios colores. Te aconsejo que uses los mismos que has usado para las calcetas de Jaap, porque tener un estuche a conjunto con tu bellota es demasiado guay.
- Aguja adecuada. En mi caso he usado 2mm, para que quede el punto bien prieto y no se salga la punta de los bolis entre ellos.
- Un trozo de velcro adhesivo o cualquier otro cierre que te guste. Yo he puesto velcro para ir más rápido.
INSTRUCCIONES:
- Tejer una cadeneta base de la anchura que quieres que tenga tu estuche. En mi caso han sido 14 cad, que equivalen a 4 cm.
- Sobre esa cadeneta base, tejer pb, y en la última un aumento. En mi caso 12 pb y 1 aum.
- Ahora trabajaremos por el otro lado de la cadeneta, rodeándola y en el primer pb que hemos hecho tejeremos uno más, cerrando el círculo. En mi caso, 11 pb, un pb en el primer punto. 26 pb en total.
- A partir de ahora trabajar en espiral, cambiando de color cada 4 vtas, hasta alcanzar la largura deseada. En mi caso han sido 52 vtas que equivalen a 16 cm.
A partir de ahora se trabaja en filas de ida y vuelta.
- Tejer la mitad de la vuelta, una cad y dar la vuelta a la labor. En mi caso 13 pb.
- Tejer 7 filas más, cambiando de color cuando corresponda. Intentar hacer coincidir los colores para que quede mejor.
- Pegar el velcro o aplicar el sistema de cierre deseado.
Como ves, no tiene ninguna complicación. Y en una tarde de peli y merienda te has hecho tu propia funda de lápices y encima has aprovechado restos de hilos. Proyectos de no pensar, de relajarse, disfrutar y dejarse llevar por el magnetismo de los puntos bajos.