Paris is so… so Paris, and Conchita is so… so Conchita that I truly believe that they’re the perfect match. I don’t know why exactly, but it’s like they’re made for each other and they’re meant to be together.
Is it because their sofisticated ways? The romanticism, maybe? Or their passion about pastries? (Please don’t mention croissants nor crêpes in front of me for a while) Whatever it may be, the conection is obvious and I have the feeling that this won’t be the last time that Conchita will be face to face with the Eiffel Tower.
París es tan…. tan París, y Conchita es tan… tan Conchita que, sinceramente, he sentido que estaban hechas la una para la otra. No se muy bien porqué, pero ambas encajan perfectamente.
Será ese aire sofisticado? O quizá el romanticismo? O esa pasión por la repostería? (No me habléis de croissants ni crêpes en un tiempo, por favor) Sea lo que sea, la conexión está ahí, y sospecho que esta no será la única visita que Conchita realice a la Torre Eiffel.
You know how fond I’m of travelling with amigurumis in my pockets, making pictures everywhere I go. People look at me and my boyfriend acts as if he doesn’t know me at all, but I have so much fun, and I treasure wonderful mementos such as these.
Ya sabéis que a mi me va lo de viajar con muñecos en los bolsillos, haciendo fotos. La gente me mira raro y mi novio se aleja así como si no me conociese, pero yo me lo paso muy bien y atesoro recuerdos preciosos como estos.
Just in case you’re planning to go to paris, don’t forget bringing your Conchita with you, How? Easy! Buy the pattern and crochet yourself one! She doesn’t have to pay a ticket and she speaks French wonderfully, which will be very helpful for you.
Not only she will travel with you, but also she will be the best companion for those cozy crochet-blanket afternoons netx winter. And if you’re lucky she may bake a cake for you. Sounds like a plan.
Si por casualidad tienes planeado un viaje a París, no olvides llevar una Conchita contigo. Cómo? Pues haciéndote con el patrón y tejiéndote una! No paga billete en el avión y habla un francés perfecto que te sacará de más de un apuro.
Además de acompañarte en tu viaje, luego te acompañará en tus tardes de agujas, manta y sofá, que es lo que más le gusta. Y si tienes suerte te preparará un bizcocho.