Cada final de verano escribo un post en el que reflexiono sobre los objetivos logrados y los propuestos para el próximo curso. Este curso ha sido flojo amigas, para qué nos vamos a engañar. Compaginar mi trabajo de persona normal con mi trabajo chulo me ha dejado bastante KO. Lo he conseguido, eso si, he comprobado que puedo hacerlo, pero a un ritmo mucho más lento de lo que estaba acostumbrada.
Esta bajada de ritmo me ha proporcionado muchos jugosos dolores de cabeza y preocupaciones. Por un lado no paro de inventar nuevos proyectos y tener nuevas ideas y tengo unos subidones brutales de creatividad, por otro lado no puedo ejecutarlos lo rápido que me gustaría y me pongo muy nerviosa y triste. Esto me ha traído varias crisis este año, creativas y personales, que han variado según mi nivel de aceptación en cada momento.
No siempre es fácil aceptar que no puedes, aunque creo que esa es justo la clave, y, a pesar de que sigo en esa lucha, sospecho que saldré aún más fuerte.
A pesar de no haber conseguido todos los retos que me marqué, he conseguido unos cuantos de ellos, e incluso alguno nuevo que me he inventado por el camino. Acompañadme, si sois tan amables, y os los enseño:
Llevaba mucho tiempo sin dar clase. Un monazo que no veas. Cuando por fin lo conseguí, lo cogí con tantas ganas que es lo que más tiempo me ha ocupado este pasado curso. El Proyecto Colcha se ha hecho mayor, ha viajado y conocido mundo. Ha paseado sus cuadrados por Madrid, Barcelona y Bilbao, y ha seguido conquistando corazones en el mundo 2.0
El fenómeno Félix también me ha tenido muy entretenida la pasada primavera. Ya os lo he contado prácticamente todo sobre él en otros posts, así que tampoco voy a repetirme demasiado. Sólo añadiré que por cosas como Félix me dedico a esto.
El Reto Bob Sandía para mi ha supuesto un ejercicio de creatividad. En un momento en el que me sentía atascada, esto me ha servido para desoxidarme y hacer saltar un par de resortes. Por ello es por lo que decidí recomendaroslo. Cuando os sintáis atascadas, inventad una chorrada de estas que os diviertan, os relajen el cerebro y os hagan sentir bien y salir de lo habitual.
Al no tener tiempo de recrear mis historias como de costumbre, me he tenido que conformar con llevarme a alguno de ellos de viaje conmigo y mostraros así un poco más sobre ellos y sus caracteres y reacciones ante situaciones nuevas.
Ya se que está muy visto lo de irte de viaje con el muñequito y hacerle fotos (que se lo digan a Amelie), pero me da bastante igual y me sigue pareciendo divertidísimo. Además, qué voy a hacer, si ellos se quieren venir… No seré yo quien les corte las alas.
Bueno, pues ahora… vamos a ver… Así como antes os contaba que el curso pasado dediqué gran parte de mi tiempo libre a ar clases, esta nueva temporada no va a ser así. Daré algún taller porque me encanta y si no lo hago de vez en cuando me entra el mono, pero mi prioridad van a ser mis personajillos. Tengo demasiados a medias y en mi cabeza, así que es hora de ir cerrando proyectos.
Empezaremos con Coco y Pipa, de los cuales ya os he hablado en instagram, en colaboración con unas chicas especiales de las que espero poder hablaros pronto, y seguiremos con Gazpacho, que van a ser los muñecos mas chulis y patrones más elaborados que he hecho hasta ahora. También os he ido hablando de ellos en instagram, y también tengo los patrones a medias.
Y, por último, un tirón de orejas para mi con respecto al blog. Hace un año me comprometí a terminar el Proyecto Colcha «El Origen» e ir compartiendo todos los cuadrados con vosotras y que si quieres arroz Catalina. Bien, lo haré. No voy a poner fechas porque no se cuando podré terminarla, pero me comprometí y la terminaré y la compartiré.
Y este es un poco el resumen. Aquí sigo. He bajado la velocidad y la frecuencia pero, para bien o para mal, cada vez tengo más ideas que quiero compartir con vosotras. Cada vez tengo más claro el camino y a la vez estoy más hecha un lío.