Va a hacer 6 años que me marché de Amsterdam, pero lo sigo extrañando casi como el primer día. Las que me seguís hace años ya conocisteis mis aventuras por Holanda a través de mi antiguo blog. Para las que no, aquí os dejo un enlace por si queréis entreteneros un rato viendo imágenes bonitas de Holanda, mucho ganchillo y curiosidades varias.
Hoy he revisitado varios cientos de las miles y miles de fotos de esos años y, no os voy a engañar, me han dejado una sensación agridulce. Por un lado he desbloqueado muchos recuerdos preciosos, por otro lado me ha quedado la sensación de una ligera tristeza y melancolía.
Esa mezcla de sentimientos es buena y reconforta el alma. Echar de menos un momento en el que has sido muy feliz significa que has tenido la oportunidad de ser muy feliz, y eso siempre es motivo de celebración. Y ¿cómo celebramos las cosas en De Estraperlo? Sacando un rato para nosotras y disfrutando de lo que nos gusta.
Aquí va mi propuesta de hoy: Vete al super a comprar stroopwafels, recopila los materiales necesarios para tejer este nuevo patrón que te traigo hoy, prepárate una bebida caliente y siéntate en tu lugar especial. Ahora busca uno de esos recuerdos de los que te he hablado, navega un poco en él, puede que viendo antiguas fotos o simplemente buscando en tu mente. Ya está. Con esa sensación aún en la mente, ponte a tejer este nuevo personaje y cómete tu stroopwafel. Sin darte cuenta estás creando un nuevo recuerdo. Saboréalo. Y piensa a quién se lo vas a regalar, qué persona especial relacionas con ese recuerdo.
Si aún no conoces los stroopwafel puedo afirmar con total seguridad que tu vida real empieza hoy.
Olvídate de todo lo que has visto y oído hasta ahora y corre al supermercado. Y desde el momento en que pruebes uno… efectivamente, has vuelto a nacer.
Aunque, no te dejes engañar, esta galleta tiene la facultad de ser lo mejor y lo peor que te ha pasado en la vida, ya que si comes muchas puedes pasar un verdadero mal rato. Así que te recomiendo que las tomes de una en una.
Y ahora, un truco que aprendí de los maestros expertos holandeses: pon tu stroopwafel encima del té o café calentito y déjalo reposar ahí un poco. El sirope se derretirá y parte de la galleta quedará crujiente. Es una experiencia que conquistará todos tus sentidos.
Hoy en día es fácil encontrarlos en grandes supermercados. Yo intento no abusar, pero de vez en cuando compro un paquetito. No es solo por su sabor ni por pura glotonería (que también), es por vivir la experiencia, por viajar un poco en el tiempo.
Estoy segura de que tú también tienes este tipo de asociaciones, bien con comidas, con olores, canciones… No las pases por alto ya que son una buena fuente de inspiración. Los recuerdos, las asociaciones de sentidos y vivencias dan textura a tu vida y pueden servirte para crear personajes e historias. Profundiza en tus recuerdos y encontrarás una mina.
«El Stroopwafel de Paula» es el primer patrón que lanzo perteneciente a la colección De Estraperlo To Go. Como os conté en este otro post, se trata de una colección de patrones más ligeros, para crear proyectos más rápidos que puedas tejer en un par de horas, que se transforman en perfectos detalles para regalar o crear un complemento.
Estos patrones, a pesar de ser algo más sencillos y rápidos de realizar, siguen ofreciendo el aprendizaje de nuevas técnicas y trucos, que es lo que, como buena amigurumer, te tiene totalmente enganchada.
Este muñeco fue creado especialmente para Paula de @pauladiy, compañera lanática de hace muchos años y gran amante de estos dulces. Paula postea sugerentes fotos de sus momentos de «treat yourself» en los que se refleja perfectamente lo que os quiero transmitir hoy. Ella se prepara sus meriendas en un sitio bonito y agradable y se pone a tejer. Por eso, cuando me tocó como víctima para nuestro Secret Santa Lanático, lo tuve claro. Paula necesita un Stroopwafel particular.
Te resuelvo algunas dudas sobre este nuevo patrón:
NIVEL: Principiante
TÉCNICAS Y PUNTOS UTILIZADOS: anillo mágico, punto bajo, aumento, bordado.
MATERIALES NECESARIOS: Algodón 100% en 4 colores (teja, naranja, ocre jaspeado y rosa), ganchillo de 2,5 mm, 2 ojos de seguridad de 7 mm, marcador de puntos, aguja lanera, tijeras.
IDIOMAS DISPONIBLES: español, inglés
HASHTAGS: Si te apetece compartir tu stroopwafel te dejo los hashtags para etiquetar tus fotos: #paulasstroopwafel #deestraperlotogo #deestraperlo
Mis años en Amsterdam fueron los más productivos para De Estraperlo. Ahí nació mi blog y el Proyecto Colcha 2.0, ahí empecé a crear personajes y a hacer patrones de amigurumi y gracias a todo esto descubrí que yo tenía una voz propia y muchas cosas que contar y que compartir.
Desde entonces el proyecto ha ido creciendo, cambiando y volucionando, pero todo se gestó paseando por esos canales y comiendo stroopwafels. Gracias, Amsterdam.
¿Qué vas a encontrar en esta nueva guía?
PDF de 10 páginas que contiene:
-Breve historia del personaje.
-Instrucciones para realizar el muñeco.
-Fotos paso a paso.
-Explicación de técnicas y puntos concretos.
Todo los patrones tienen una intención didáctica, por lo que incluyen la explicación de todos aquellos puntos y técnicas que se salen de lo estrictamente básico.
Aquellas personas que no hayan hecho ganchillo nunca, deberán practicar primero un poco los puntos básicos y adquirir un poco de seguridad con la aguja. Sí, es posible, se trata solo de un poco de práctica y paciencia.
Antes de despedirme me gustaría pedirte que hagas ese pequeño ejercicio de reflexión y busques tu recuerdo stroopwafel, qué momentos te provocan esas sensaciones agridulces cuya misión es que no olvides lo feliz que has sido.
Y ahora que ya tienes ese recuerdo, cuéntame qué personaje, qué amigurumi crearías basándote en él. ¿Te animas a diseñarlo y tejerlo? ¿A quién se lo regalarías? Cuéntamelo todo.
El patrón del Stroopwafel de Paula está disponible en mi tienda siguiendo este enlace.
Y para seguir estimulando los sentidos, aquí te dejo una playlist con algunos de los temas que me traen recuerdos de mis años en Holanda. Verás que es muy heterogénea, tiene un poco de todo, aparentemente inconexo, pero cada canción tiene dentro un pequeño recuerdo.